domingo, enero 16, 2005

...que me creeria con derecho para cambiar a alguien

Se podría decir que de las pocas cosas que he aprendido en lo que llevo de carrera, a parte de la jartá de psicologos que hay por ahí y la de gilipolleces que dice cada uno, es que nuestra labor no es cambiar al paciente, sólo hay que intentar comprenderle. Aunque yo no tengo pensando estudiar Psicología Clínica, es decir, que no voy a ser como los típicos psicólogos esos que se pueden ver en las películas con el diván y el paciente contándole sus penas, creo que es algo que aunque me pueda costar conseguir lo debo aplicar también a mi vida, no puedo intentar moldear a alguien según mi criterio o como yo piense que debería ser, porque primero, esa persona no me ha pedido que yo la cambie, segundo, yo no soy quien para decidir que es lo mejor o lo peor para nadie, más que nada porque ni siquiera soy capaz de decidir eso mismo para mi, y tercero, porque cada uno debe ser libre de ser como quiera y de cambiar o no si quiere, a su antojo (siempre me ha encantado eso de dar tres razones jejeje).
Qué fácil es soltar toda esta parrafada, ahora viene lo complicado, que es llevarlo a cabo. Me ha pasado varios días, ya no recuerdo cuantos, rebotada con un amigo, él ni siquiera sabe que lo he estado, no estaba enfadada con él porque me hubiese hecho algo, es más que nada por lo contrario, él es como siempre ha sido, pero hay cosas de su personalidad que puede que me mosqueen, pero yo ya sabía como era, y si es mi amigo y quiero que lo siga siendo, voy a tener que quererle tal y como es, lo peor de todo es eso, que él no sabe que me estoy refiriendo a él porque nunca se lo he dicho y lo cierto es que no tengo intención. Bueno menuda rayada, la de veces que le he podido decir a mi madre que no puede enfadarse con mi padre por no hacer algo que ella no le ha dicho que tenía que hacer, que si quiere que haga algo se lo diga, y ahora voy yo y me paso mis propios consejos por el forro.
Este nuevo propósito de no intentar cambiar a mis amigos lo decidí hace varios días y hoy ya lo incumplí, estaba hablando con un chico por internet sobre la relación con su novia, sobre lo poco romántico que es, y me vi a mi misma diciéndole lo que debería o no debería hacer, cuando llevaba un rato echándole en cara cosas, me di cuenta de lo que estaba haciendo, él no me había pedido mi opinión ni mi ayuda para nada y encima yo estaba intentando cambiar algo cuando nadie me lo había pedido y encima quizá no haga falta el cambio, ellos dos son felices así, pues quien soy yo para cambiar nada.
Demasiadas rayadas y demasiados cambios para un Domingo, salu2 a todos y no cambien nunca.

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